Nombre completo: Nikolái Leskov.
Deidad progenitora: Dioniso.
Edad: 20 años.
Altura: 182 cm.
Peso: 70 kg.
Fecha de nacimiento: 27/04/2001.
Curso: quinto.
Virtud: voluntad.
Nacionalidad: ucraniana.
FC: Judar - Magi: the Labyrinth of Magic.

«Ἐν οἴνῳ ἀλήθεια»

➤ In vino veritas... (habilidad fuerte).
Leskov tiene la asombrosa capacidad de intervenir en las sinapsis del sistema nervioso de aquel con quien entra en contacto. En concreto, puede bloquear el almacenamiento en vesículas de los neurotransmisores serotonina y dopamina, estimulando en exceso su liberación. A nivel fisiológico, los efectos que esto tiene sobre el organismo se asimilan a los del MDMA (aumento del ritmo cardiorrespiratorio, euforia, facilidad para la sociabilidad, etc.).
Este poder, junto al talento para con la labia, le ayuda a manipular a quien se le antoje. Es especialmente útil cuando sospecha que alguien le oculta algún secreto.
Si requiere de esta facultad, se le hace necesario mantener contacto directo con el individuo en particular y que este tenga algo de alcohol en sangre. A mayor grado del susodicho, mayor será la respuesta sobre los sistemas serotonérgico y dopaminérgico.
➤ ...in aqua sanitas (habilidad débil).
También es capaz de sanar heridas leves que todavía no hayan entrado en proceso de cicatrización, además de prevenir la degeneración de células nerviosas y paliar los efectos de diferentes drogas y alucinógenos.
Para la consecución de estas respuestas en el cuerpo, se debe beber de la misma copa de vino que la de Leskov.

κλέπτειν.
Leskov es cruel, un manipulador y un embustero. No obstante, el concepto que más honor le hace es el de ladrón. Pocas otras actividades fundamentan tanto el motivo de su diversión y de su regocijo como la de arrebatar los bienes, sensibles o inteligibles, que le son ajenos a su propia persona. Y la explicación que subyace a este hecho no parece encontrar sus cimientos más allá de aquel que un necio podría intentar levantar: “la causa de su maldad se comprende lanzando una mirada a su humilde pasado”. Si bien la circunstancia de pobreza severa puede justificar puntualmente la respuesta a qué empuja a alguien a delinquir, esta ni se erige como regla sólida ni es el caso que se trata aquí. Lo que es más, no aclara la razón por la que alguien continuaría robando hasta el fin de sus días.
Su móvil para el hurto es su misma naturaleza.
Ha engañado y manipulado a incontables humanos con sus poderes, mediante timos en los que él ofrecía experiencias de éxtasis a cambio de pertenencias de gran valor material, cultural, sentimental... Algunas de las prendas y joyas que viste no le pertenecen a él, sino que se las robó a otras culturas.
Su dieta está casi conformada en su totalidad por legumbres, cereales, frutas y verduras. Las carnes y el pescado, junto con los lácteos, le sientan mal. Adora el vino y el té rojo.
Defiende a capa y espada la construcción de una sociedad dividida en estamentos, similar a la propuesta de Platón, pero colocando a las almas concupiscibles en lo alto de la pirámide. No lo dice en voz alta, pero él se ve como líder de tal oligarquía del mismo modo que Raskólnikov se compara con Napoleón.
Es un mierda en definitiva.